Por Liesly Jhoana Martinez Laura
El programa de vaso de leche fue implementado en 1991 para el beneficio de las familias pobres que no cuentan con el dinero suficiente para proporcionar el alimento principal a niños, madres en gestación y adultos mayores de las zonas más populares del país. Pese a la ayuda que reciben, muchos asentamientos humanos de Independencia no están cumpliendo con el reparto del Vaso de Leche de acuerdo a lo establecido.
Los comités incumplen con las reglas establecidas por el programa realizando el reparto de los insumos en crudo para cada madre. El problema se hace presente cuando éstas piden que la municipalidad les brinde cocinas y ollas para ayudarlas, sin embargo, éstas son sorteadas dentro de los comités entre las madres de familia o no se usan, terminando en mal estado.
Solo en el distrito de Independencia, el programa brinda apoyo a más de 31 mil beneficiarios, en los que se encuentran personas de entre dos y 90 años de edad. Los cuales según lo planteado por la Ley Nº 24059, deben percibir un vaso por persona, pero debido a las políticas que vienen aplicando, terminan recibiendo solo tres latas de leche y dos bolsas de avena en una semana.
“En el comité Nº5 que reparte a la zona de Tahuantinsuyo, en el asentamiento humano Hermanos Ayar, la coordinadora, Edith Ramos Santos, lleva a cabo este tipo de reparto y percibe el vaso de leche teniendo hijos mayores de 20 años” manifestó indignada una vecina del sector.
Lo peor es que, en muchos casos, las madres que reciben los insumos en crudo desechan las bolsas de avena, dándoselas a los animales o arrojándolos a los depósitos de basura. Haciendo un estudio de los casos, se ha comprobado que éstas personas cuentan con el ingreso suficiente para brindar alimento completo a sus hijos, pero aun así están inscritos dentro del plan; negándoles, de esta manera, la ayuda a otros que más lo necesitan.
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